martes, 23 de octubre de 2012

No al matoneo



Conmueve hasta lo más profundo el caso reciente de un joven sometido en su colegio por sus compañeros a una nueva modalidad de violencia, la del “matoneo”; que el joven haya muerto directamente por la golpiza o por una enfermedad, como lo dice la autopsia, siempre queda el interrogante si la golpiza incidió en la exacerbación de su enfermedad o no.
Igual sigue conmoviendo el asesinato del estudiante de la Universidad de los Andes en el Parque El Virrey en Bogotá, crimen del cual, casi tres años después, la justicia no ha podido determinar claramente que pasó. Y estos dos son solo casos puntuales de “matoneo” en Bogotá. La violencia es una conducta socialmente  aceptable para solucionar los conflictos aún desde la familia, y hace  que se manifieste por todo el país y en cualquier barrio o vereda o en el mismo entorno familiar. La formación de valores de respeto y fraternidad no se puede reducir a cátedras de ética o valores, sino a pensar cómo estamos tratando a nuestros niños; la forma como vivimos y les enseñemos cualquier área del conocimiento o de la vida es la que les va a decir cuál es la manera adecuada de trato entre seres humanos.